En esta ocasión, compartimos con vosotros el testimonio de una de nuestras familias de acogida que acogió a una au pair en su hogar durante tres meses. Queremos agradecer a esta familia sus valoraciones que no sólo nos ayudan a mejorar sino también a acercar el programa Au Pair de intercambio cultural entre otras familias. Si queréis saber más sobre nuestro programa Au Pair in Spain, click aquí
¿Por qué decidisteis invitar a una Au Pair a formar parte de vuestra familia? Por dificultades en la conciliación de la vida laboral y familiar. Para que hablase en inglés a los niños y por la riqueza que supone el intercambio cultural con gente joven de otros países. Somos una familia cariñosa y sociable y nos gusta conocer gente nueva. ¿Por qué decidisteis contratar los servicios de una agencia Au Pair acreditada por AEPA para encontrar Au Pair? Porque nos ofrecía la seguridad a ambas partes de tener un interlocutor en caso de haber dificultades graves en la convivencia. Además, valoramos la existencia y cumplimiento de un marco legal que regule la situación de las Au Pair. Contadnos brevemente un día normal en la vida de vuestra Au Pair y sus responsabilidades. Durante el primer mes, se levantaba a las 8 para dejar a los niños en la parada de autobús a las 9. Me ayudaba a vestir, asear y dar el desayuno a los niños. Después tenía tiempo libre hasta las 5 pm, que aprovechaba para ir a clases de español, estudiar, visitar la ciudad y otras actividades de ocio. A las 5 pm recogía a los niños y los acompañaba de vuelta a casa o al parque. Estaba al cuidado de los niños hasta las 8, pero siempre había alguien más en casa para ayudarla en caso de ser necesario, fuese la empleada de hogar, los abuelos de los niños o la madre de ellos. Durante este tiempo se esperaba de ella que hablase en inglés con los niños, particularmente con el mayor, y que jugase con ellos, les plantease juegos y actividades, y los mantuviese entretenidos y alejados de televisión y aparatos electrónicos en la medida de lo posible. Estas tareas las cumplió solo en parte, lo que unido a una actitud apática, motivó una primera conversación para tratar de reconducir la situación. El segundo mes lo pasó en la playa. Mi mujer y yo nos marchábamos a trabajar y la au pair se quedaba en casa con los niños de 8:30 a 10. A esa hora los abuelos, los recogían y ella tenía tiempo libre, que en su mayor parte empleó en estudiar español por su cuenta. Ellos le preparaban la comida y luego volvía a tener tiempo libre por la tarde hasta que los niños venían de la playa sobre las 8, y ella los bañaba y ponía el pijama. Después jugaba con ellos hasta que llegasen sus padres, a las 9:30. El tercer mes los padres estábamos de vacaciones y las funciones de la Au Pair, a elección propia después de otra conversación cuyo objetivo fue mejorar la convivencia, fueron quedarse con los niños por la mañana de 9 a 10:30 y por la tarde ayudar a bañarlos y ponerles el pijama. Este mes disfrutó de mucho más tiempo libre que el resto de los meses. Durante su estancia hizo de canguro por la noche en 2 ocasiones. ¿Cómo ayudasteis a la Au Pair a aprender español? Aprendió español en la academia. Tenía facilidad para los idiomas y las horas de conversación con los abuelos contribuyeron a su rápida evolución. Cuando llegó prácticamente no sabía español y al marcharse podía hacerse entender con un adulto sin ningún problema. Aporta de 1 a 3 aspectos positivos de vuestra experiencia Nos aportó la tranquilidad de saber que podíamos dejar a nuestros hijos en un entorno seguro durante unas horas. A mi mujer y a mi nos agrada mucho hablar inglés y pudimos practicar con frecuencia. También nos sirvió de experiencia para aprender a manejar una situación de convivencia que no estaba siendo óptima. Aporta de 1 a 3 aspectos negativos de vuestra experiencia. A ambas partes nos costó entender lo que la otra parte esperaba de nosotros. la chica era una persona de trato agradable pero no llegamos a conectar, como lo hicimos con la Au Pair que tuvimos anteriormente, ya que su escala de valores y su manera de entender las relaciones personales y familiares eran diametralmente opuestas a las nuestras. No tenía empatía con los niños. No sabia jugar ni hablar con ellos, por lo que inicialmente los rehuía y los niños lo notaban, aunque al final de los 2 meses se encontraban cómodos con ella. En resumen, nos dio la impresión que por alguna razón nunca fue de su interés formar parte de nuestra familia, si no que entendió su estancia como una transacción o una mera relación laboral. ¿Qué consejo le daríais a una familia que esté pensando convivir con una Au Pair? Aunque esta última experiencia no haya resultado tan positiva como nos hubiese gustado, entendemos que se ha debido a una incompatibilidad muy grande de caracteres y a la imposibilidad de solucionarlo con un realojamiento en otra familia por la corta duración de la estancia de la Au Pair. Por eso ya estamos deseando conocer a la nueva Au Pair, que llegará en los próximos días y que sin duda, a la vista de su perfil, encajará mucho mejor con nosotros. Esperamos que sea otra fantástica experiencia para todos como lo fue la primera vez! Para que esto sea así, creemos que será importante una comunicación muy fluida al principio para entender lo que se espera de nosotros y lo que esperamos de ella. Es fundamental no dejar sin resolver los problemas que vayan surgiendo, porque si no se reconducen y se supera un determinado umbral, la situación se enquista y ya es muy difícil volver a una convivencia agradable.
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